La redes sociales, y sobre todo Facebook, se convirtieron en grandes vitrinas que muestran la vida “privada” de las personas, cambiando aunque parezca exagerado, la forma de relacionarse con los demás y también estableciendo con quiénes no hay que ser amigos.
Los cumpleaños ya no se saben de memoria porque el Facebook los anuncia, la llamada telefónica sigue existiendo pero el que se quiere enterar de alguien sólo visita su muro, se generan peleas por coqueteos o mensajes, etc. Y, ahora, hasta pueden influir en lo que un juez decide o no.
Pareciera una gran hipérbole pero así acontece ahora en Florida, Estados Unidos, luego de que un defensor usara como recurso el hecho de que en Facebook el abogado demandante era amigo del juez, lo que de alguna u otra manera, podría afectar la imparcialidad que debiera tener la máxima autoridad.
El reclamo lejos de provocar risa fue acatado y se decretó que los abogados no pueden ser amigos con los jueces en la red social, para así ser completamente independientes el uno del otro. Evidentemente la determinación es altamente cuestionable hasta cierto punto, pues a veces los usuarios ni siquiera se dan cuenta dea quienes le aceptan la solicitud de amistad. Sin embargo, ahora los jueces y abogados, deberán decir: “lo siento, está prohibida nuestra amistad”.
Cabe recordar que esta situación no es la primera, ya en mayo pasado en New York se dictó una nueva ley que prohibió a todos los profesores de las escuelas públicas de la ciudad, tener contacto alguno con sus estudiantes mediante la utilización de las redes sociales.
