La alcaldía determinó que sus estamentos y escuelas de la ciudad no pueden comprar productos de la empresa de Cupertino, luego que ésta pidiera ser eliminada de la lista de compañías que se apegan a la regulación ambiental EPEAT.
Y es que según la normativa de San Francisco, los empleados fiscales pueden usar fondos públicos para la compra de productos que según EPEAT, tengan un impacto mínimo sobre el medio ambiente.
La ciudad requiere que todos los productos informáticos que son comprados por las agencias de ser 100% compatible con EPEAT, algo que ya no se aplica a los productos de Apple.
Alrededor de 50 departamentos y 28.000 empleados en la actualidad se basan en la lista EPEAT para las compras de tecnología y la Universidad de California está considerando la decisión de suspender su vínculo con Apple tras su salida de la nómina.
La institución está revisando la decisión de trabajar con Apple durante las próximas dos semanas en coordinación con sus máximas autoridades.
Los de Cupertino en tanto están haciendo hincapié en otro tipo de certificación ambiental como Energy Star.
“Apple tiene un enfoque integral para medir nuestro impacto ambiental y todos nuestros productos cumplen con las más estricta norma de eficiencia energética respaldado por el gobierno de los EE.UU., Energy Star 5.2”.
“También lidera la industria con la notificación de las emisiones de gases de efecto invernadero de cada producto en nuestra página web y los productos de Apple son superiores en otras áreas importantes del medio ambiente que no se miden por la EPEAT, como la eliminación de materiales tóxicos”, señala el comunicado.
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