Elon Musk, el fundador de Tesla y SpaceX, tiene sus rezagos respecto a los usos sin limitaciones que se le están dado a la Inteligencia Artificial. Desde hace un par de años ha venido advirtiendo que las cosas podrían salirse de las manos, y ahora, concretamente ha pedido regulaciones más estrictas en torno al desarrollo de estas tecnologías.

En el pasado, Musk ha calificado a la IA como la mayor amenaza para la existencia de la raza humana. Queda claro que tiene una visión apocalíptica de esta tecnología, mientras otros CEO importantes no hacen más que estar entusiasmados con cada avance.

Musk fundó en 2015 OpenIA, una organización cuyo propósito es persuadir acerca del desarrollo ético que debe tener la inteligencia artificial. Sin embargo abandonó el liderazgo del proyecto en febrero del año pasado por desacuerdos. Argumentó en su momento que OpenAI debería ser más transparente y específicamente dijo que su confianza “no es alta” en el ex ingeniero de Google Dario Amodei cuando se trata de seguridad.

Respecto a sus demandas actuales, Musk tuiteó respondiendo a un artículo de MIT Technology Review sobre OpenAI, “Todas las organizaciones que desarrollen IA avanzada deberían estar reguladas, incluida Tesla”.

Más tarde, en respuesta a una nueva pregunta sobre si tales regulaciones deberían ser a través de gobiernos individuales o instituciones globales como la ONU, fijó una postura abierta diciendo que ambas deberían intervenir.

El tuit de Musk no pasó desapercibido y algunas figuras importantes de la industria respondieron. Por ejemplo, el legendario fundador de Id Software, John Carmack, que actualmente está trabajando con desarrollo de inteligencia artificial dijo: “¿Cómo te imaginas que funciona para alguien como yo? ¿Los vendedores de nubes se niegan a generar grupos más grandes sin la aprobación del gobierno? No sería solidario”.

Sin embargo, el codificador Pranay Pathole fijó una postura que debatía tanto a Musk como a Carmack diciendo: “Las grandes compañías piden regulaciones que actúen de manera virtuosa. Lo que realmente están haciendo es crear barreras de entrada para una nueva competencia porque solo ellos pueden permitirse cumplir con las nuevas regulaciones”.

Actualmente, el debate está activo a través de la red social Twitter, pero seguramente continuará activo aun fuera de esta plataforma. La IA supone muchos cuestionamientos éticos que definitivamente tenemos que hacernos a tiempo. Y si bien es cierto que Musk ha venido siendo la piedra en el zapato de algunos de los más grandes desarrolladores de software del mundo, la comercialización exacerbada de tecnologías avanzadas solo por el hecho generar más dinero sin agregar un valor significativo como sociedad, puede tener un desenlace catastrófico.

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