La neurociencia se ha preguntado por años cómo piensan los seres humanos y una nueva teoría del pensamiento humano parece aproximarse a una respuesta concluyente. Investigadores del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas (MPI CBS) en Leipzig, Alemania, y el Instituto Kavli de Neurociencia de Sistemas en Trondheim, Noruega, entre ellos el ganador del premio Nobel Edvard I. Moser, han formulado una teoría bastante interesante y aparentemente certera.
El estudio publicado en la revista Science se titula: Los humanos piensan usando el sistema de navegación de su cerebro. Explica en principio que cuando navegamos en nuestros cerebros, dos tipos de células entran en funcionamiento: las células ubicadas en el hipocampo y las células de la cuadrícula en la corteza entorrinal vecina. Estas dos células forman un círculo que permite y orienta la navegación.
Ahora bien, los científicos apuntan a que este sistema de navegación también es clave para el pensamiento. Christian Doeller, autor principal del artículo y el nuevo director en el MPI. CBS, lo explica de manera práctica:
“Creemos que el cerebro almacena información sobre nuestro entorno en los llamados espacios cognitivos. Esto se refiere no solo a los datos geográficos, sino también a las relaciones entre los objetos y la experiencia”.
Por espacios cognitivos se entiende como los mapas mentales en los que organizamos nuestra experiencia. Todo lo que está en nuestro entorno tiene propiedades físicas y por eso se puede organizar en diferentes dimensiones.
“Si pienso en los autos, puedo ordenarlos en función de la potencia y el peso de sus motores, por ejemplo. Tendríamos autos de carreras con motores fuertes y de bajo peso, así como caravanas con motores débiles y de alto peso, así como todas las combinaciones entre ellas”, dice Doeller.
“Podemos pensar en nuestra familia y amigos de una manera similar; por ejemplo, sobre la base de su altura, humor o ingresos, codificándolos como altos o bajos, humorísticos o sin humor, o más o menos ricos”.
De acuerdo al carácter de interés, nuestros cerebros almacenan más cerca o más lejos la información.
Nueva teoría del pensamiento humano
Entonces, lo que Doeller y su equipo sugieren en base a la evidencia, es que a partir del funcionamiento de estas dos células, se forman celdas que forman un mapa mental del entorno, que se almacena y se reactiva durante visitas posteriores.
Estas celdas de información no solo están activas cuando se recorren lugares geográficos (como sucede en el caso de los animales mientras cazan), sino también mientras se aprenden nuevos conceptos.
“Al conectar todos estos descubrimientos anteriores, llegamos a la suposición de que el cerebro almacena un mapa mental, independientemente de si estamos pensando en un espacio real o en el espacio entre las dimensiones de nuestros pensamientos. Sin embargo, nuestra línea de pensamiento puede considerarse un camino. Los espacios de nuestros pensamientos, a lo largo de diferentes dimensiones mentales”, explica Jacob Bellmund, el primer autor de la publicación.
Con los mapas existentes de espacios cognitivos, los humanos pueden anticipar cuán similar es algo nuevo a algo que ya conocen al relacionarlo con las dimensiones guardadas.
Así que por ejemplo, si ya conocen tigres, leones o panteras, pero nunca han visto un leopardo, terminan por colocarlo en una posición similar a los otros grandes felinos dentro del espacio cognitivo.