Hamburgo es el escenario donde hoy en día existe un edificio sustentable que utiliza un particular método para ahorra energía: está cubierto de algas. Cabe destacar que el BIQ es un edificio que tiene 15 departamentos y fue construido desde el 2011, momento en que ya se sabía que contaría con paneles verdosos; es decir, con planchas de cristal que están rellenas de algas cuyo origen es el río Elba.

Específicamente, estas planchas de cristal actuarán como peceras. Allí las algas se nutrirán y se les inyectará además dióxido de carbono, lo que en conjunto con la luz solar, hará posible que se ejecute la fotosíntesis, transformándose en una placa solar biológica que en verano podrá aislar el calor, ya que las algas crecen y esto permite una especie de aislamiento térmico

Por supuesto, con el aislamiento térmico, el interior recibirá menos calor, lo que tendrá una influencia notable en el ahorro energético, ya que los ventiladores se utilizarían mucho menos o casi nada. Ahora, en cuanto al invierno, la calefacción se producirá a raíz del bio-gas; es decir, cuando la proporción de algas es muy grande, un sistema de bombeo retira las algas y las transporta a otro tanque para transformarlas en biomasa.

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Vía Phys y Alt1040.

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