El organismo espacial, que dará vida a la misión HS3, enviará estos dispositivos para investigar los procesos que subyacen a la formación de estos fenómenos y su cambio de intensidad. Se trata de aparatos autónomos Global Hawk que pueden sobrevolar los huracanes en altitudes superiores a los 18.300 metros y volar hasta 28 horas.

“HS3 trata de mejorar nuestra comprensión de estos procesos mediante el aprovechamiento de las capacidades de vigilancia de los Global Hawk, junto con las mediciones de un conjunto de instrumentos avanzados”, dijo Scott Braun, investigador principal de la misión y meteorólogo del Centro Goddard de Vuelo Espacial en Greenbelt, Maryland.

HS3 examinará el entorno a gran escala en que las tormentas tropicales se forman y se mueven y la forma en que el ambiente afecta el funcionamiento interno de las tormentas.

También se analizará el papel de la capa de aire caliente del sur del Sahara en la formación de los huracanes y su intensificación, ya que estudios previos sugieren que dicha capa puede tanto favorecer como suprimir la intensificación.

El instrumento radiométrico HAMSR será uno de los instrumentos a bordo del Global Hawk que se centrarán en el estudio de la región interior de las tormentas. Dicho dispositivo es un avanzado sensor de vapor de agua, que analiza la radiación térmica emitida por las moléculas de oxígeno y el agua en la atmósfera para determinar su densidad y la temperatura.

El instrumento funciona en frecuencias de microondas que pueden penetrar las nubes, lo que le permite determinar la temperatura, la humedad y la estructura en todas las condiciones meteorológicas. Esta capacidad es fundamental para el estudio de los procesos atmosféricos relacionados con el mal tiempo, al igual que las condiciones durante los huracanes.

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