Un grupo internacional de científicos logró dar con este fenómeno que da cuenta de una etapa previa en la formación de una galaxia gracias al telescopio VLT del observatorio Cerro Paranal, ubicado en el norte de Chile.

Estas galaxias no cuentan con estrellas y son ricas en gas, por lo que debieron ser iluminadas por la luz de un quásar para poder observarlas.

“La solución al problema de detectar una galaxia oscura era, simplemente, arrojar un poco de luz sobre ella”, indicó Simon Lilly, de la Universidad Politécnica de Zurich.

“Buscábamos el brillo fluorescente del gas en las galaxias oscuras al ser iluminadas por la luz ultravioleta de un quásar cercano y muy brillante. La luz del quásar hace que la galaxia oscura se encienda en un proceso similar al que se da cuando la ropa blanca se ilumina con luz ultravioleta en una discoteca”, precisó.

Los científicos lograron dar con algunas características de estas formaciones, como por ejemplo que su masa de gas es mil millones de veces la masa del Sol.

“Nuestras observaciones con el VLT nos han proporcionado una evidencia de la existencia de nubes oscuras compactas y aisladas”, señaló Sebastiano Cantalupo, de la Universidad de California.

“Se ha dado un paso crucial para revelar y comprender tanto las oscuras fases iniciales de la formación de las galaxias, como el proceso por el cual adquieren su gas”, sentenció.

Más detalles en: ESO

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