La versión de prueba de Windows 8 incluye una notable mejora: el soporte multipantallas del sistema operativo es mucho más amigable y fácil de personalizar que en las anteriores versiones del gigante tecnológico Microsoft.


Trabajar con pantallas múltiples no es algo desconocido ni complicado, es algo bastante habitual en el mundo de hoy. Las ventajas que tiene esta modalidad es la gran cantidad de tareas que se pueden desarrollar en un mismo computador simultáneamente, ya que se amplía el espacio de trabajo para hacer más cómoda y efectiva la experiencia del usuario en términos, principalmente, de ser más productivo y aprovechar al máximo las posibilidades y herramientas que nos entregan los computadores, que cada día son más indispensables en la vida cotidiana, en el trabajo y en el hogar.

Es por esto que, a raíz de la constante insistencia de los usuarios de PC, Microsoft decidió trabajar en mejoras a esta modalidad de trabajo y decidió incorporarlas en el nuevo sistema operativo, Windows 8, siendo una de las mejoras más relevantes de esta versión, la de Metro. La interfaz será capaz de trabajar en cualquiera de las pantallas con las que se esté trabajando, lo que era imposible en versiones anteriores del sistema.

Además, se incluye una serie de mejoras para hacer de la experiencia del usuario un momento más productivo y eficiente, como la barra de tareas, que esta vez se encontrará en todas las pantallas y puede ser personalizada para la comodidad de quien la usa.
Otro elemento en el que se trabajó fueron las esquinas compartidas entre monitores. Era habitual que muchas veces – mientras se trabajaba con pantallas múltiples en modo extendido- fuera muy difícil apretar el botón ‘Cerrar’ de una ventana, o presionar las flechas de navegación, porque cualquier mínimo movimiento de más situaba el cursor en la otra pantalla. Esto dejará de ocurrir, porque Microsoft desarrolló pequeñas esquinas ‘reales’ que permiten al usuario desplazarse cómodamente por la pantalla sin correr el riesgo de pasar a la siguiente sin querer hacerlo.

La última mejora relevante implica la estética, ya que en la nueva versión se puede configurar cada pantalla por separado, con distintas resoluciones y diferentes fondos de escritorio.
Más información en Building Windows 8

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