Astrónomos han descubierto por lo menos un planeta no detectado, y posiblemente otro, en torno a una estrella distante, mediante la observación de un comportamiento extraño de un planeta que orbita la misma estrella.

El planeta recién descubierto tiene aproximadamente la masa de Saturno y orbita a su estrella una vez cada 57 días. Se puso de manifiesto por sus efectos gravitacionales sobre el planeta antes conocido que está alrededor de la estrella principal KOI-872. El hallazgo es una validación aparente de lo que los científicos llaman el  método de variación de tiempo de tránsito para la búsqueda de planetas extrasolares.

La misión Kepler de la NASA continúa descubriendo nuevos planetas y misterios en las profundidades del espacio, con el telescopio espacial identificando un planeta “invisible”, gracias al bloqueo de una estrella distante. Kepler identifica posibles planetas a través de su movimiento repetido frente a las estrellas.

El primer vistazo de los datos de la NASA a través del telescopio cazador de planetas Kepler sólo había identificado un planeta alrededor de la estrella KOI-872. Pero una inspección más cercana de los científicos reveló signos reveladores de un planeta extrasolar.

Como parte de su búsqueda sistemática de planetas alienígenas, Kepler busca estrellas cuyo brillo se atenúa periódicamente, una señal de que algo, probablemente un planeta pasa frente a ella y bloquea su luz. El equipo de Kepler identificó este comportamiento en KOI-872 (KOI significa “objeto de interés de Kepler”) y lo atribuyó a un planeta que orbita la estrella cada 34 días.

Fueron los modelos computarizados los que sugirieron que la diferencia de tiempo podría ser causa de un segundo planeta en órbita, mucho más cercano del Sol que la primera. De hecho, los astrónomos creen que hay una probabilidad del 99 por ciento de un segundo objeto, del tamaño de Saturno en órbita alrededor del sol cada 57 días.

Los científicos han pasado ahora a la identificación de las llamadas exo-lunas, que orbitan planetas al igual que nuestra luna orbita a la Tierra.

La idea de buscar rarezas del tránsito de un planeta principal a su estrella para buscar otros planetas se sugirió en 2005, pero “esta es la primera ocasión en donde hay gran confianza en que el método funciona”, dijo David Nesvorny del Southwest Research Institute, Boulder, Colorado, quien dirigió el estudio.

El nuevo descubrimiento será detallado en un artículo publicado en la edición del viernes de la revista Science.

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